Los siete cuerpos de cada corriente de vida contribuyen a la consciencia de cada individuo. Los tres Cuerpos Superiores sostienen una consciencia de Perfección, pero los cuatro cuerpos inferiores constantemente agregan a la suma total de la consciencia de la corrientede vida sus informes del bien y del mal. Estos cuerpos inferiores, por razón de su limitado desarrollo, aceptan el mundo de la apariencia como tal y agregan a la masa conglomerada del pensamiento humano, lo cual conforma la consciencia promedio de la humanidad como un todo.
Tomemos, por ejemplo, el gran Salón de los Espejos en Versalles en el cual se reflejó toda la gloria de la Corte Francesa, su belleza amplificada repetidas y repetidas veces por los reflejos de los espejos. Lo que se presentaba en este salón se reflejaba en los espejos, yde acuerdo a lo expuesto dentro del salón, lo reflejado era agradable o no.
Ahora bien, el hombre se sitúa en exactamente la misma relación con el mundo del maya (la atmósfera universal) a su alrededor, el cual es un gran espejo y quienquiera o lo que fuese que él abriga en su consciencia es reflejado y amplificado en el mundo a su alrededor. Cualquiera sea la imagen que él permite morar en y dentro de su mente, esa imagen se reflejará a sí misma en su mundo, justamente como si hicieran caminar un elefante a través del Salón de los Espejos, verían miles de elefantes reflejados sobre las secciones de las paredes. El hombre necio podría romper los espejos disgustado por el reflejo, pero el hombre sensato sacaría el elefante del salón y en su lugar pondría alguna exquisita estatua u otra expresión elevadora de belleza, la cual sería reflejada en toda su belleza sobre la pared y amplificada por mil para incrementar la belleza inicial de su expresión.
El crujir de dientes y violentarse ante la apariencia que rodea al individuo es tan insensato como romper un espejo para destruir el reflejo de algo que uno no escogió ver, ya que el objeto original que permanece reaparecerá cuando el espejo sea restaurado, exactamente igual que era antes y durante el tiempo en que el espejo estuvo roto. Como hemos afirmado muchas veces, los pensamientos y sentimientos internos del hombre son reflejados en el universo alrededor de él, y es el reflejo lo que le causa a la gente tanto pesar. El mundo médico, el mundo de la educación y el mundo científico están constantemente lidiando con estos efectos, intentando balancearlos uno contra el otro, pero ellos resultan ser tan impotentes como el hombre que intenta destruir al elefante en el espejo con una piedra, en vezde sacar al elefante en sí del sitio que ocupa frente a la pared de espejos.
Si la inarmonía, la limitación, la mala salud y cualquier otro efecto desagradable aparece en nuestros "espejos", debemos elevar nuestras facultades de pensamiento y sentimiento a nuestro Santo Ser Crístico, y permitirle a Su exquisita consciencia de Armonía, Paz, Amor, Sabiduría, Salud y Abundancia, contribuir con Su parte a la manifestación y expresión de nuestros mundos. Permitan que la Gloria desus vehículos Superiores se refleje en el espejo de expresión de sus vidas.
¡Amados hijos, utilicen todos los instrumentos que pertenecen a su corriente de vida! ¿Por qué limitan sus seres a los cuatro vehículos inferiores, los cuales han quedado, mediante la ignorancia, bajo la dominación de los sentidos? Eso es como cuando los niños y la gente joven entran a la escuela y al colegio esperando ser educados sin someterse a la guía de sus maestros y profesores. ¡Invoquen a la acción a sus cuerpos Superiores!
Si su mundo contiene inarmonía, limitación, mala salud o cualquier manifestación que no sea agradable, la consciencia interna debe ser depurada por medio del Fuego Sagrado (justamente como barrerían un cuarto) de toda forma grotesca que no quieran que se refleje o amplifique en el espejo de su expresión de vida. Pongan en acción el Fuego Violeta del Amor Liberador. Comándenlo a consumir los errores y a iluminar sus consciencias.
Jesús dijo, »cual es el pensamiento del hombre en su corazón, tal es él,»(cf. Proverbios 23:7) y ustedes recordarán que San Pablo dijo, »Todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen hombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.» (Filipenses 4.8).