Mientras que se encuentran de pie, solo quiero decirles una cosa más. Mi gente querida, no hay fuerza más desintegradora -observen la palabra- no hay fuerza más desintegradora en todo el Universo que la duda. Si ustedes le dan entrada a su mundo, se habrán dado por vencidos. ¿Saben ustedes qué es lo que ha sido vencido? Pues, la vestimenta, el cuerpo que llevan puesto. El cuerpo es lo que la humanidad necesita. Los amados estudiantes de este país sólo recientemente -y debido a ciertas experiencias terribles que han tenido lugar- despertaron a lo que esa cuestión estaba haciendo en medio de ellos.
¡Vuelvo a decirles una vez más, la duda es la fuerza más desintegradora en toda su experiencia! Observen cómo la duda actúa en sus actividades comerciales. Si dan inicio a una actividad y -debido a cierta persona, sitio o condición- ustedes comienzan a dudar de su éxito, entonces, ¿tienen éxito? Claro que no, ¿cómo podrían tenerlo?, toda vez que han invertido las Corrientes de Vida para producir la condición opuesta a la que tenían cuando comenzaron o pretendían tener. Todo esto es muy práctico, amados Míos.
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