CAPULLO DE FLOR DIVINA

Hay un mar de Divinidad que no tiene centro ni periferia, el cual se extiende desde la eternidad hasta la eternidad, y dentro del cual se funden las conciencias individuales de todos los seres despiertos. Esta Divinidad los envuelve a todos dentro de Sí. Dentro de Ella está nuestro aliento. Es nuestro ser. Es nuestro ambiente y es nuestra causa y, sin embargo, cada uno de nosotros, por alguna extraña manera inexplicable, es el centro-corazón de ese mar; y al alma aspirante, que habrá de alcanzar la felicidad, no le decimos más que es una conciencia [awareness], un despertar, un desenvolvimiento.

En el capullo apretado, el centro-corazón de la flor no sabe nada del mundo a su alrededor, y considera que los confines de los pétalos entrelazados constituye la periferia externa de su mundo. Pero a media que las fuerzas desde su interior la empujan adelante en sus progresivos estadios de crecimiento, y a medida que las fuerzas desde su interior interactúan sobre la flor que se desenvuelve, el centro corazón (o conciencia) del retoño se hace consciente [aware] del gran mundo a su alrededor, el cual siempre ha existido, y el cual la envuelve y rodea.

Igual ocurre con el hombre hoy, quien se yergue con el puño apretado y ojos bien cerrados dentro de la estrecha periferia de su propio mundo, el cual es el efecto de los pensamientos y sentimientos de sus imaginaciones. Sin embargo, cuando el centro-corazón de su ser comienza a despertar y a empujar adelante el Plan Divino, acoplado con la presión del Momento Cósmico desde afuera, entonces gradualmente los párpados apretados se ven forzados a abrirse y las manos a relajarse, y así el impulso Divino de su ser le hace desenvolverse, hasta que se encuentra a sí mismo en plena floración en un mundo de luz, lejos con creces de lo que alguna vez pudo haberse imaginado.

Nosotros, que atendemos el jardín de la vida, vemos las posibilidades de cada capullo apretado y podemos, con felicidad y paz, dedicarnos a la tarea de estimular el desenvolvimiento tanto por amor cuanto por cooperación de las fuerzas naturales provistas en la "incubadora" o "invernadero" que se ha establecido "porque el ciclo terminó," y el altar de toda vida exige que todas las flores adornen al Altísimo en el Día Cósmico final de adoración.

Podría decirles, amados Míos, que el cuerpo estudiantil como un todo ha dado grandes pasos en el desenvolvimiento de sus pétalos. Es con esta tenacidad de espíritu que estamos contando. A medida que el loto se desenvuelve, verán un tremendo todo allí donde parecían haber muchas partes componentes. Recuerden siempre que el Plan Divino, tal cual se les presenta en la palabra escrita de los Maestros (o tal cual se les presenta a su propia visión interna, la cual se está desarrollando constantemente) no habrá de ser obstaculizado ni interferido por ninguna mente externa.

CAPULLOS Y ELEFANTES

Llevar los capullos de loto a través de una manada de elefantes en estampida y llegar a salvo al extremo opuesto del campo todavía llevando intacto los capullos, es algo sencillo en comparación a lo que es recibir una Idea Divina de Perfección y pasarla a través del laberinto de la opinión humana, pensamiento y la oposición masiva en general a todo lo que es bueno, y llegar con la realización de su designio conteniendo alguna semblanza de Orden Divino.

Permítanme añadir aquí, hijitos Míos, que muchos de ustedes —de hecho podría decir que todo el grupo estudiantil— sienten que son gente tremendamente sabia, si bien gran parte de esa sabiduría es el constante rejuego de su conciencia —cual un faro— a través de la capa de su aura; y el brillo que los rodea es tanto el poder sostenedor de los Maestros cuanto el desenvolvimiento del espíritu de cada quien. La prueba vendrá a la hora en que se retire la presencia del Maestro, cuán fuerte cada corriente de vida será cuando quede por su cuenta para pasar por iniciaciones.

Todos los Maestros han aprendido a permanecer en calma, sin participar del todo en ninguna oposición y sin tener reculada, remordimiento ni auto-lástima alguna. Después de que las olas de las emociones se han calmado, o de que las numerosas oposiciones han sido traídas adelante en el corazón del silencio y en la perfecta paz, se puede proceder entonces a la realización de su propio designio. Mi amor y Mi fe está envolviéndolos a todos y cada uno de ustedes siempre.