Ustedes estarán indudablemente interesados en saber algo de Mis experiencias terrenales al principio de Mi Ministerio. En todas las eras y en todos los tiempos, la misma Gran Ley singular está en acción. Cuando comencé Mi Ministerio, había tenido cierto entrenamiento para el mismo; pero no tenía, por aplicación matemática, la experiencia que Me probó que podía hacer todo aquello sobre lo cual dirigiera Mi atención.
Tuve que comprobar esa Ley tanto como la tienen que comprobar ustedes. Quizás Yo no estaba al principio más seguro de Mi Aplicación, de lo que lo están muchos de ustedes hoy en día, pero sí estaba decidido. Conocía la Ley con gran precisión, y sabía que sólo requería de Mi aplicación definitiva. Es muy cierto que no tenía discordia en mi interior, no tenía que hacerle frente a condiciones de esa índole; pero sí tuve que probarme a Mí mismo que Mi Aplicación era la Autoridad de Vida mediante la experiencia propiamente dicha. ...Intelectualmente Yo sabía eso; mediante el estudio de las Grandes Leyes, Yo sabía eso; pero otra cosa es cuando te la pruebas a ti mismo, ya que entonces te conviertes en la Ley, la Gran Ley de Vida.
Es por eso, amados Míos, que a ustedes puede que no hayan recibido de sus aplicaciones la plena respuesta que desean, les digo lo siguiente: Ustedes están probando esta Ley sostenida y seguramente, por más que no puedan verlo, en lo externo, ustedes están probando tan sostenida y seguramente como que están aquí sentados ahora mismo, que son ustedes el Dominio de esta Ley; que son ustedes el Dominio de la Vida, de la Luz, y el Director de Sus Corrientes de Energía.
Todo lo que tienen que hacer, Hijos de la Luz, es continuar. Sean firmes e inexorables en su determinación por probar mediante su aplicación, que ustedes son el Dominio de la Luz; son el Director Supremo de estas Corrientes de Energía que se proyectan, y que por el Poder de la Luz disuelven todo lo que no es de Su Naturaleza.
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