sábado, 12 de febrero de 2011

MIRAR PARA ATRÁS

Ahora, a través de la Gracia de Dios, ustedes tienen el uso de la magnífica Actividad de la Llama Violeta Transmutadora del Amor Liberador. Por tanto, ocúpense tranquilamente de poner su casa individual en orden y refrénense de la tendencia de disfrutar del karma retornante de su prójimo, no sea que queden atados a ese karma por cuenta del disfrute en cuestión -porque aquello sobre lo cual permiten que su atención repose, eso atraen a su mundo. Un hombre podrá estar habiéndoselas hoy con los resultados del malgasto de la energía del pasado, mientras que otro hombre se parará recto y firme, financieramente seguro, y podrá darse el lujo (?) de mirar con desdén al primero cuya retribución kármica está a la mano. No puedo más que decir con Jesús, »El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra.» Juan 8:7 . 

Ningún ser humano, hasta que ascienda, conoce todo lo que ha hecho en el pasado -¡gracias a Dios!- y muchos, aún en el estado Ascendido, escogen no mirar hacia atrás. Yo no los culpo. Sin embargo, aquellos de Nosotros de la Jerarquía Celestial que estamos trabajando con la humanidad de la Tierra, Nos encontramos en la poco-envidiable posición de tener que estudiar las corrientes de vida antes de poder profesarles nuestra amistad, camaradería y asistencia-porque, aún el acero es probado antes de dejar la refinería, no sea que se encuentre un punto débil cuando sea utilizado en la construcción de un gran edificio, y esa debilidad ponga en peligro el todo. De manera que cuando un nuevo patrón es establecido en las mentes y corazones de la Jerarquía para traer la Verdad a la humanidad-las corrientes de vida a través de quienes ellos trabajan, tienen que ser estudiadas. 

Justamente como ustedes presionan sobre una tabla antes de pararse sobre ella para ver si soportará su peso, así hacemos los Maestros Ascendidos, ejercemos una cierta presión sobre los individuos, mucho antes de siquiera presentar sus nombres ante el MaháChohán para solicitar una oportunidad de alcanzarlos; y cuando esas corrientes de vida son encontradas, créanme, amados Míos, llegamos a conocer cada "hueco" muy bien. Conocemos cada fortaleza y cada debilidad, así como también cuánto peso puede soportar. No pensamos sino que hay momentos en que la presión de la energía humana se torna tan pesada que requiere de Nuestras propias manos y cuerpos para apoyar la debilidad del individuo hasta que esa crisis particular pase. Damos, Mis amados, tanto como la Ley Cósmica Nos permite - y frecuentemente imploramos pidiendo más.

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