Mediante la bondad de la Ley Cósmica, siempre se provee un medio y una manera por (y a través de) los cuales la conciencia externa puede aprender a entrar al silencio y hacerse receptiva a esta radiación. Una consiste en PRACTICAR EL SILENCIO y aprender a permanecer en un estado constante de alerta y gracia escuchante a Sus bendiciones. No fueron los potentados en los tronos de poder temporal sino los sencillos pastores en las colinas quienes escucharon a los ángeles del Más Alto Dios Viviente proclamar el nacimiento del amado Jesús. Igual ocurre hoy día —es el chela sencillo empero merecedor, empeñado en alcanzar la comprensión espiritual, quien se eleva a la mística cámara superior para encontrarse con el Señor (la Ley) y regresa, tal cual lo hicieron hace tanto tiempo los sencillos pastores, lleno con sobrecogimiento y gracia para realizar el Servicio Divino en Su nombre.
Otra actividad es la de GRATITUD POR LOS DONES RECIBIDOS (humanos o Divinos). En la medida que tal aceptación se convierta en el modo natural de vida para el chela, más y más de las Virtudes Divinas del Padre celestial, de su Hijo Divino (Jesús) y de su Santa Madre María fluirán al chela y se harán parte de sus sentimientos. Y por el curso natural de los eventos, también irradiaran desde el chela a todos aquellos que se encuentren en sus alrededores. La acción de gracias [Thanksgiving] es un sentimiento en el corazón del chela, que debería permanecer don dicho individuo durante todo el año. Pronto la gran Shamballa abrirá Sus puertas tanto a los Seres Divinos como a los chelas merecedores; y a través de esas puertas abiertas todos vendrán con regocijo, "trayendo sus ovillas" (que constituyen una cosecha de servicio).
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