Observo esta noche que en el caso de la humanidad, a la mayoría todavía le falta mucho por recorrer; pero ustedes que han dado tan fervorosa atención a su Gran Presencia de Vida -el "Poderoso YO SOY"-, aunque los viejos impulsos todavía tratan de auto-afirmarse a veces, sin embargo ustedes no se dan cuenta de cuán rápido ha sido el cambio en tan corto lapso, cómo cada vez menos los deseos humanos están controlando, a menos que entren a un ambiente en que son directamente proyectados a ustedes. Luego, ustedes deberán comprender que el papel suyo consiste en repeler esos deseos, no aceptarlos.
Supongamos que fueran a andar en un vehículo, y que la necesidad de un asiento los compeliera a sentarse al lado de un individuo cuyos impulsos internos y deseos fueran impuros. Sólo porque tal sea el caso, ¿acaso se verían compelidos a aceptar esa radiación? La Radiación que ustedes verterían disolvería ese deseo en la otra persona. Es así como los Estudiantes de la Luz pueden prestar un servicio constante; pero mucho lamento el hecho de que muchos, sin saberlo, aceptan el impulso y comienzan a sentir una gran resistencia, cuando el verter constantemente la Luz desde su Presencia a través de ustedes, no sólo los protegería sino que disolvería el deseo en el otro individuo.
Les estoy llamando la atención a este respecto esta noche, ya que es hora de que los estudiantes de esta Gran Luz caigan en la cuenta de la habilidad absoluta que tienen para hacer esto. Estén pendientes de no seguir aceptando el mundo de las apariencias. Saben, los Mensajeros le han suplicado durante mucho tiempo al cuerpo estudiantil que no acepten ya más el mundo de las apariencias como una autoridad, o como que tenga algún papel o poder en su mundo.
Sea cual fuere la condición que sea menester gobernar, sean cual fueren los seres humanos que tengan que ser puestos en Orden Divino, no acepten las apariencias en términos de que tienen poder alguno sólo porque parecen manifestarse. Invoquen su Poder de Luz, y proyecten los Rayos de Luz dentro del grupo, de las personas o de las condiciones. Esa Luz es el Poder que disuelve todo lo inferior a Sí Misma, porque desconoce toda oposición. Luego, den su más grande bendición, la cual ha sido el privilegio suyo invocar para otros.
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