jueves, 10 de febrero de 2011

REACCIÓN A LAS CONDICIONES

Vuelvo a recordarles hoy la importancia de aprender a mantener y conscientemente sostener la armonía en sus mundos mental, emocional, etérico y físico. Cada destello de ira o siquiera de un suave resentimiento le hace a su propia alma la más grave de las injusticias, y le causa cicatrices; y a veces, bajo presión, heridas propiamente dichas en sus cuerpos internos que todos los Seres Ascendidos pueden ver. Así, pueden ustedes ver que su reacción a las condiciones externas o internas tiene una inmensa importancia para su progreso espiritual.

Muy a menudo, los individuos que conscientemente les han infligido heridas a los cuerpos internos suyos, saben dónde se encuentran las cicatrices blandas, y puyan una y otra vez esas heridas hasta que éstas se convierten en llagas sanguinolentas. Sus mundos mental, emocional, etérico y físico están bajo la custodia de ustedes, y día tras día sus reacciones internas a todos los titulares estremecedores que llegan a ustedes a través de los periódicos, de la radio o de la televisión, hacen registros internos que obstaculizan —innecesariamente— su desarrollo y desenvolvimiento.

Cada día, antes de emprender sus tareas diarias en el mundo externo, asegúrense de ponerse por el día bajo la protección del Fuego Sagrado, y ubicarse en el corazón del Santo Ser Crístico. Entonces, no los tomarán desprevenidos ni serán estremecidos por ninguna condición de aparente maldad externa. La inocencia sin alevosía es protección.

Yo he hollado el sendero que ustedes ahora transitan, y les presto Mi Fortaleza y Mi confort para superar los obstáculos del mismo. Los bendigo por cada gramo de energía descargado por ustedes en adelantar el Servicio Cósmico de la Hueste Ascendida, y les doy gracias por su perseverancia en mantener la armonía sostenida en sus mundos.

La vieja "Ley de Penitencia" se basaba en hechos verdaderos. Por ejemplo, cuando una "penitencia" se imponía para balancear un "pecado", era realmente para hacer que el individuo tomara conscientemente la energía de Dios (v.g. la vida) e impusiera sobre ella un balance constructivo a la Vida, emanando esa energía en igual proporción que la energía descargada a través del "pecado" —sea que fuere de omisión o de comisión— y a veces más Energía Divina se descargaba, mediante la Iluminación.

Ahora decreto, con todo amor, que ustedes permanezcan impertérritos en todo momento en la armonía universal de la Vida Una.

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