¡Oh, cuán paciente hay que ser con los seres humanos! La manera en que las personas tuercen y distorsionan lo que oyen constituye una advertencia, si bien sólo significa que hay que mantener el nivel de paciencia hasta que finalmente comiencen a escuchar correctamente. Los Mensajeros han llamado la atención sobre este particular muchas veces; pero, amados Míos, si ustedes tan sólo pudieran ver lo que ocurre en el auditorio cuando las personas permiten que su atención se distraiga por alguien que se levanta y se va, o por algún pequeño movimiento que les llama la atención —se pierde la oración completa, y cuidado que hasta dos o tres oraciones. Es así como esas distorsiones interfieren. Supongo que si su vida dependiera de ello, si alguien se pusiera de pie en la habitación, ellos no voltearían a mirar.
Mis amados, les digo, el tirón de los viejos hábitos es algo tremendo. Muchos de los Estudiantes hoy en día son aquéllos que han recibido entrenamiento y disciplina, pero todavía no lo han manifestado —quiero decir, la memoria de ello.
Mis amados, les digo, el tirón de los viejos hábitos es algo tremendo. Muchos de los Estudiantes hoy en día son aquéllos que han recibido entrenamiento y disciplina, pero todavía no lo han manifestado —quiero decir, la memoria de ello.
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